En la línea de mis FB1_2últimas reflexiones sobre el Destino, que en palabras de Paula Used To Be «es la coherencia que le damos a nuestra historia vital a través de nuestros ojos, de lo que tiene sentido para nosotros», estos días ha vuelto a encajar otra «pieza».

Recuerdo que cuando estudiaba psicología, en cuarto año, tuve una asignatura que se llamaba Psicología de la Comunicación, allí estudiamos los Axiomas de Watzlawick, uno de los impulsores de la Escuela de Palo Alto y base de la Teoria General de la Comunicación , uno de los pilares de la Teoría General de Sistemas en Psicología. Pues bien, el primer axioma (su cumplimiento es indefectible; el cumplimiento de estos axiomas no puede, por lógica, no verificarse) de Watzlawick sobre la comunicación humana  es:

Es imposible no comunicarse: Todo comportamiento es una forma de comunicación. Como no existe forma contraria al comportamiento («no comportamiento» o «anticomportamiento»), tampoco existe «no comunicación».

Pensé entonces en mi intensa actividad en facebook, que podría interpretarse como un afan permanente por comunicarse, aunque en realidad ese afán lo tenemos todos, me explico.

Soy muy activo en facebook, como soy muy activo en todos los aspectos de mi comportamiento social, no soy diferente aquí de como soy en otros sitios y creo que la mayoría de la gente tampoco.

Hay amigos mios que no tienen facebook y ya por «no tenerlo» se comunican conmigo, también por facebook, ya sabéis «es imposible no comunicar», ¿que me llega de ellos?, distintas cosas, ejemplos: que no les gusta sentarse en un PC o con un smartphone a hablar con sus amigos, que les gusta más el cara a cara, el telefonos, el mail o las cartas, incluso a veces que odián o ven algo negativo en comunicarse de esta manera.

Hay amigos que tengo en facebook que nunca hablan, ni publican, ni dan a me gusta. También se comunican. Me dicen por ejemplo, que un día se hicieron un facebook porque les insistieron, porque quisieron probar, porque pensaron que era interesante y simplemente lo dejaron, por las razones que dí antes o porque se decepcionaron o se abrumaron con esto.

Hay amigos y amigas a los que alguna vez veo en linea (veo un puntito verde junto a su foto de perfil) pero casi nunca publican (todo lo más una noticia, comparten una foto de alguien, normalmente no personal), ni dan a me gusta, se mantienen observadores. Me dicen que son tímidos, que prefieren no exponerse, que solo entran alguna vez para informarse o por curiosidad, que sin facebook podrían estar perfectamente.

Hay amigos y amigas que publican cosas, se hacen eco de multitud de noticias, eventos, fotos,.. pero de un solo tema (música, política, internet, juegos, chistes,…). Facebook es una extensión de sus aficiones, un tentáculo más largo para llegar a disfrutar más de aquello que les gusta.

Otros amigos expresan constantemente sus estados de ánimo, con fotos personales o genéricas, emoticonos, frases y citas, etc. Como si vieramos permanentemente cómo se encuentran.

Hay amigos y amigas que hablamos por privado, que nos damos «me gusta» en ocasiones, que nos comentamos estados, que nos regalamos noticias, fotos, etc. Nos tratamos como nos tratamos en nuestra vida fuera de facebook, por continuidad de esta o por imposibilidad de hacerlo por la distancia física o de ritmo vital. A veces esto se extiende a grupos en los que se participa basicamente por la afinidad personal o el afecto.

Otros trabajamos juntos en facebook, nos reunimos, discutismos, ponemos en marcha proyectos, campañas, hacemos activismo político, o cultural, musical o social.

Otros amigos y amigas te siguen (o tu los sigues) estamos atentos a todo lo que publica alguién, manifestamos permanentemente nuestra opinión, con «me gustas» frecuentes, con cometarios entusiastas, con matices, silencios, con sonoros silencios, a veces hasta con «bloqueos».

En fin, y con multitud de modalidades y combinaciones de las mencionadas, quizás tantas como personas.

Pero sin olvidar el primer axioma de Watzlawick «Es imposible no comunicarse», estemos o no estemos en facebook, en nuestro contexto cultural, es imposible no comunicarse «en Facebook».

Pues bien, «estaría de dios» como decimos por aquí, que existiera facebook para, como decía en palabras de Paula Used To Be al principio, «dar más coherencia a nuestra historia vital a través de nuestros ojos, de lo que tiene sentido para nosotros», al menos para mi.